Era lunes. El señor Temporal corría como un loco por toda la casa tratando de escapar de sí mismo. Se escondió en un armario creyéndose a salvo, cuando, de repente, descubrió con horror que aquél era un armario de lunas.
Era lunes. El señor Temporal corría como un loco por toda la casa tratando de escapar de sí mismo. Se escondió en un armario creyéndose a salvo, cuando, de repente, descubrió con horror que aquél era un armario de lunas.